martes, 2 de marzo de 2010

Neutro


Después de la tormenta viene la calma, es un dicho muy popular y que la mayoría de nosotros hemos escuchado. Pues eso mismo le pasa a mi psique, de repente entro en un estado de depresión tan fuerte, que me hace escribir en cierto estado de trance, para luego tener un poco de calma y seguir con mi vida.

A veces me pregunto porque me siento triste, si tengo lo necesario para vivir y no tengo de que quejarme: tengo comida, tengo casa, tengo a mi familia, tengo dinero (clase media). Aún así hay días en los que simplemente quisiera entrar en un sueño del cual nunca despertar.

Gracias a Dios estos estados tan desfavorables son momentáneos, y pues como dije anteriormente, después de la noche viene el día y esto ya paso. Me siento entonces simplemente aburrido y no me queda más que seguir para delante, aunque a veces el retroceso se hace presente.